Aprenda lo que las uñas nos dicen sobre nuestra salud

¿Quién no se siente más guapa paseando con las uñas bien hechas?

Aunque son más valorados por su función estética, también son nuestros aliados a la hora de alertarnos de lo que no va bien en el funcionamiento del cuerpo. Las uñas manchadas, quebradizas o descamadas pueden indicar desde hábitos no indicados, como el uso excesivo de esmalte de uñas, hasta problemas de salud como la anemia y la diabetes.

¿Cuál es la causa de los problemas?

Las uñas son apéndices de la piel formados principalmente por queratina, un tipo de proteína. Cuando el organismo está en equilibrio, se mantienen fuertes, transparentes y suaves. Si este no es su caso, tenga cuidado con los siguientes problemas:

Carencias nutricionales

La piel y el cabello son los primeros tejidos que se debilitan cuando el cuerpo no recibe o absorbe todos los nutrientes que necesita. Si tu menú es pobre en frutas, verduras y semillas oleaginosas (como las nueces y las almendras), puedes tener las uñas quebradizas, con manchas blancas y vetas verticales, que a veces acaban agrietándose. Las ondulaciones horizontales indican que la tripa no funciona correctamente.

También hay un tipo de uña que es muy fina y crece de forma cóncava, como una cuchara. Este problema de las uñas se llama coiloniquia, y muestra una clara deficiencia de hierro.

La falta de hierro está relacionada con la anemia y también hace que las uñas sean frágiles.

Problemas hormonales y genéticos

Si durante el embarazo el reajuste hormonal hace que las uñas crezcan más rápido, en la menopausia ocurre lo contrario: la disminución de los niveles de estrógenos hace que se resequen y se descamen más fácilmente, algunas personas nunca tendrán las uñas muy largas debido a factores genéticos:

Producen placas ungueales más finas (la parte transparente de la uña), que se rompen al crecer sin que esto indique ningún problema de salud.

Humedad y agentes químicos

Pasar mucho tiempo con las manos y los pies mojados es un plato lleno de micosis e infecciones bacterianas, que manchan las uñas y pueden causar dolor. Las mujeres que manipulan productos de limpieza con frecuencia también pueden tener las uñas débiles y secas.

Manicura incorrecta

Cortar las uñas de los pies en las esquinas facilita que se doblen hacia abajo y que se encarnen. El uso continuado de esmalte, con unos días de «respiro» para las uñas, puede dejarlas quebradizas, opacas y con pequeñas manchas blancas.  Empujar la cutícula con demasiada fuerza puede dañar la matriz de la uña, y es importante saber los riesgos por la falta de hidratación:

Mucha gente tira de la cutícula con los dientes o con unos alicates, e incluso en el día a día, se secará y levantará algunas puntas. Esto favorece las infecciones en esta zona.

Enfermedades sistémicas

Es posible que las alteraciones en las uñas sean síntomas de problemas más graves. La diabetes, por ejemplo, hace que las uñas se vuelvan amarillentas, y los problemas circulatorios interfieren en su crecimiento. Las enfermedades pulmonares, hepáticas y tiroideas también se manifiestan en las uñas pero antes de correr a la consulta del médico, vea cómo reaccionan a los cuidados básicos y si la alteración está localizada.

¿Cómo evitar los problemas de salud en las uñas?

Unos simples cuidados y algunos cambios de rutina pueden ser suficientes para fortalecer las uñas y mantenerlas sanas:

Cuida tus uñas

Lo ideal es empujar suavemente las cutículas, cortar las uñas rectas y no lijarlas en la cara.

Se recomienda que no se elimine la cutícula, ya que actúa como barrera contra las infecciones. Por otro lado, juliana dice que, a veces, presionar demasiado la cutícula de la uña puede ser más perjudicial que retirarla parcialmente. Los dermatólogos permiten y fomentan el uso de bases fortalecedoras, así como de cremas hidratantes a base de queratina, urea, glicerina y silicona.

No ponga un esmalte sobre el otro

Cuando te quites el esmalte, espera al menos dos o tres días hasta la siguiente aplicación y mantén las manos bien hidratadas. El intervalo ayuda a las uñas a «respirar» y evita las marcas blancas en la superficie.

Observar la composición de los productos

Aunque se sabe que la acetona reseca las uñas, ya existen en el mercado opciones de quitaesmalte menos agresivas.

Da preferencia también a los esmaltes suaves, para librar a tus uñas de la grasa.

Mantener las manos y los pies secos

Dado que la humedad favorece el desarrollo de hongos y bacterias, quienes se relacionan con el agua constantemente, sudan en exceso o usan zapatos cerrados deben prestar más atención. Sécate bien las manos y evita pasar muchas horas sin ventilar los pies. Si utilizas productos de limpieza, ponte guantes para preservar tus uñas.

Llevar una dieta equilibrada

Además de las proteínas, el zinc, las vitaminas b y la vitamina c son esenciales para la formación de queratina. El consumo de huevos, carne, arroz integral, legumbres (alubias, lentejas, guisantes), cítricos y semillas oleaginosas, como las nueces y las almendras, da mucha fuerza a la salud de las uñas.

Considere el uso de suplementos orgánicos

El colágeno, una sustancia que da forma y elasticidad a la piel, también es importante para la formación de las uñas, pero es mucho más difícil de adquirir mediante la alimentación. En algunos casos, el uso de suplementos puede ayudar al organismo a compensar las deficiencias de esta proteína. Los productos pueden adquirirse en farmacias y tiendas de productos naturales.

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