El cuidado de las uñas de los pies es mucho más que una cuestión de vanidad. Esto debería ser una preocupación de las personas de ambos sexos, porque, además de la belleza, es fundamental para garantizar la calidad de vida. Al fin y al cabo, no podemos descuidar al principal responsable de nuestro apoyo durante todas las actividades diarias, ¿verdad? Es necesario tratar nuestros pies con cuidado y recordar siempre que influyen en nuestra salud.
Para ayudar en esta tarea, hemos preparado este artículo presentando algunos consejos y hábitos fáciles de adoptar en tu rutina diaria, pero que te garantizarán unas uñas sanas y de buen aspecto. Sigue leyendo y descubre cómo cuidar tus pies.
1. Asegúrate de desinfectar tus pies
Empecemos con una pregunta básica: ¿cuánta atención presta a sus pies cuando se ducha? ¿sueles lavar más a menudo las otras zonas de tu cuerpo y acabas haciendo una higienización muy sencilla en ellas?
No te preocupes, esto es normal, aunque es un error que debe evitarse en la medida de lo posible. Como los pies tienen un contacto intenso con el suelo, acumulan suciedad que puede ser un riesgo para quienes quieren tener una vida sana y tranquila.
Por lo tanto, tenga cuidado de limpiar la región de los pies más a fondo todos los días. Presta especial atención a tus uñas: es la mejor manera de evitar la acumulación de microorganismos y prevenir infecciones.
Elige un buen jabón o gel limpiador y procura no hacer esta tarea con tanta prisa. Para complementar, si quieres, vale la pena invertir en cremas hidratantes. Hay muchas opciones en el mercado, sólo tienes que elegir la que se ajuste a tus gustos y necesidades.
2. Buscar un especialista
En las clínicas de podología y en los salones especializados, encontrará profesionales que pueden resolver diversos problemas que afectan a sus uñas y a sus pies en general. Este es el caso de una uña encarnada o un callo indeseado.
No tengas miedo de pedir cita cuando creas que necesitas intensificar el cuidado de las uñas de los pies. Lo ideal es no intentar resolver la situación por sí mismo, para no agravar la situación, ya que una acción errónea puede empeorar el estado de la uña y agitar la salud del pie.
Lo mejor es reservar un tiempo en su agenda y buscar el tratamiento adecuado, al fin y al cabo, los especialistas existen precisamente para esto. En casos muy complicados, puede ser necesario acudir a un dermatólogo, el especialista encargado de cuidar las uñas y la piel.
3. Dedicar tiempo a la exfoliación
Algunas zonas de nuestro cuerpo son más propensas a la acumulación de células muertas, un ejemplo de ello son los pies. Por eso se vuelven ásperas y secas, y en algunos casos se pelan. Para revertir el problema y estimular la renovación celular, basta con exfoliar.
Puedes pedir a un profesional que realice esta tarea o, si lo prefieres, puedes hacerlo en casa. Todo lo que necesita son los productos adecuados. Sin embargo, el secreto es no exagerar. Una exfoliación cada semana o quince días es suficiente para dejar la piel suave y libre de callosidades.
Más a menudo que eso puede eliminar el exceso de piel y causar sensibilidad. Además, provocará el efecto contrario, ya que la piel se engrosará aún más para asegurar una protección extra a las capas más profundas.
4. Hidratarse regularmente
Naturalmente, los pies son más secos que otras partes del cuerpo y la exposición que sufren a las impurezas hace que pierdan aún más su humedad natural. Para garantizar la protección de tu piel y tus uñas, hidrata la región. Puedes utilizar aceites, cremas o lociones hidratantes y nutritivas específicas para esta zona.
Si no está muy familiarizado con este tema, conviene pedir consejo antes de comprar cualquier tipo de producto. Intente pedir sugerencias a un farmacéutico o a profesionales con experiencia, para elegir el producto ideal para usted.
5. Cortarse las uñas correctamente
Otro factor importante en el cuidado de las uñas de los pies y que marca la diferencia, incluso en su calidad de vida, es cortarlas correctamente. No todas las personas tienen este cuidado, porque piensan que no es tan importante.
Sin embargo, para quienes tienen tendencia a las uñas encarnadas, se trata de una medida de precaución muy necesaria. Sin embargo, es bueno tener cuidado aunque no se sufra el problema.
La forma recta y cuadrada es la más indicada para que no haya uñas encarnadas ni inflamaciones. Cuando la uña se corta en forma redondeada, tiende a crecer en la piel.
Además, el material de corte debe estar siempre muy bien limpio (preferiblemente esterilizado). Los alicates son la herramienta que le permite la mayor movilidad de corte. Por lo tanto, trate de dejar de lado las tijeras y otros tipos de cortadores. Para dar un buen toque final, lima todas las uñas para eliminar las puntas y dejarlas uniformes.
6. Visite a un profesional
El mejor consejo para aquellos que no tienen mucha experiencia o paciencia para seguir estos cuidados es visitar a un profesional regularmente. De hecho, la periodicidad del corte y de los tratamientos es fundamental para garantizar unos buenos resultados.
Siguiendo este consejo, verás que el podólogo será un gran aliado de tu bienestar. Al fin y al cabo, este profesional mantendrá sus uñas bien cortadas, la piel tratada e hidratada, libre de callos y cualquier otro problema que pueda afectar a la salud de sus pies en general.
7. Evitar elegir un zapato sólo por su belleza
La comodidad es la palabra clave a la hora de comprar un zapato. Nuestros pies son sensibles y un zapato inadecuado puede ser el principal factor que desencadene un traumatismo en las uñas y los dedos. Seguro que no quieres pasar por eso, ¿verdad?
Por lo tanto, no se limite a considerar el modelo o el color del producto. Valora siempre su comodidad y la calidad de su material, así como la libertad que ofrece a tus dedos en su interior.
De lo contrario, pagará por tener problemas en la zona. ¿sabías que la elección de un calzado inadecuado puede provocar ampollas, callos, micosis y uñas encarnadas? Y éstas son sólo algunas de las posibles complicaciones.
Para estar seguro, pruébate los modelos con calma antes de hacer la compra. Lo ideal es que los pies queden muy bien acomodados, ya que la sensación de tirantez genera una presión extra y colabora a la uña encarnada.
Si es posible, haga una prueba caminando con ambos pies en el zapato. Otro truco interesante es no usar el mismo zapato todos los días, sobre todo si es cerrado y tiene un pico más afilado. Recuerde también que cada actividad requiere un par de zapatos específico para garantizar más comodidad y seguridad.
En caso de que necesites cuidados especiales, ya sea por diabetes, juanetes o por una pisada pronada o supinada, presta aún más atención a la hora de elegir el calzado. Así, acomodará los dedos de los pies cómodamente, minimizando las molestias y los síntomas derivados de estas afecciones, además de evitar las complicaciones derivadas de las mismas.
8. Cuida tus cutículas
Si tienes muchas cutículas, puedes utilizar un producto para reducirlas. Esta es una mejor opción que el recorte, porque cuando cortamos esta piel protectora, la tendencia es que el cuerpo forme una capa aún más grande y resistente. En otras palabras, el problema se agrava, por lo que, siempre es preferible hidratar.
9. Utilizar una capa base reforzada
Las uñas también necesitan nutrientes para mantenerse bonitas y sanas. Además de obtenerse a través de los alimentos, es posible complementar esta nutrición utilizando bases fortalecedoras.
Este tipo de producto es similar a un esmalte de uñas, y se aplica directamente sobre la uña para que ésta pueda absorber la sustancia. Puede utilizar sólo la base o aplicarla antes de aplicar el esmalte.
Hay varias opciones en el mercado, tanto en términos de marcas como de formulaciones. Muchos de ellos tienen varias vitaminas y minerales en su composición, por lo que, vale la pena echar un vistazo al que mejor se adapte a tus necesidades y, en caso de duda, pedir ayuda a alguien que sepa del tema.
10. Quitar el esmalte con quitaesmalte
La acetona se utiliza mucho para eliminar el esmalte viejo de las uñas. Aunque es eficaz en este sentido, no es una buena alternativa porque sus componentes provocan sequedad, tanto de la propia uña como de la piel y también de la cutícula.
Es interesante sustituir este producto por un quitaesmalte, preferiblemente de una buena marca. Estas fórmulas están diseñadas para eliminar el esmalte de forma más suave, algunas están enriquecidas con sustancias hidratantes que ayudan a fortalecer aún más las uñas.